Y todas las cuentas me salieron mal

Luces en mi camino

Hay días en los que regreso directamente a mis 17 años, mentalmente claro. Vivo todo nuevamente, puedo cerrar mis ojos y sentir cada momento, cada sensación, cada olor. Eran épocas de algarabía general, siempre con cosas para hacer con los compañeros de colegio, sentíamos que teníamos todo el futuro por delante, como un cuaderno limpito listo para recibir los primeros garabatos. Y estaba él y mamá y mi amiga del alma. Yo no me sentía muy cómoda conmigo misma tampoco en esos años, pero no me importaba nada, mi proyecto me arrastraba hacia delante. Seguí esas luces, cómo no, las seguí a full.
Un día alguien apagó una, otro día otra y más tarde la última que quedaba.
Y ahora dónde estoy? No veo nada, está todo oscuro. Dónde corno quedaron todas las demás luces?
Uy, acá veo que se prendió una, pero es muy tenue, cómo hago para que brille más fuerte? Allá hay otra, es muy débil y sin embargo la veo bien, quiero verla mejor, brillá más fuerte por favor! Dejame ver dónde estoy…
De repente apareció una muy grande, tan grande como el sol, impactante como ninguna otra, que encandila, pero sólo alumbra una mitad de mi camino: mi hija.
Mi vida es tan sencilla de explicar…A ver si me entendés. Busco y busco interruptores que enciendan más y más luces, quiero volver a ver la senda con claridad.

Etiquetas: amigas, amores, mama, yo

entrada de | Perla | @ 8:54 a. m.