jueves, 4 de octubre de 2007

Por qué me gritás? - II

Ese día toda la familia fue a almorzar a la casa de mis suegros. Eramos como veinte personas amontonadas en la antecocina picoteando un poco de salame, un poco de pan, un poco de queso y demás.
Fui a la cocina (que está fuera de la vista del mencionado ambiente) a prepararle la mamadera a mi hija y a calentarla en el microondas nuevo. No sé por qué en vez de apretar “comienzo” apreté “tiempo” y giré la perilla hasta que marcó “1”. Supuse que era un minuto, aunque no tiene mucha importancia, se nota que estaba distraída escuchando o pensando en algo interesante. Cuando cerré la puerta del horno salió como un humito de abajo con olor a plástico quemado y me asusté. Justo me tenía que pasar a mí!!!!
Me dí vuelta y me dirigí a mi suegra para preguntarle si sabía qué corno había sucedido, explicándole qué botones había tocado. Para qué! Se enloqueció y me empezó a gritar (delante de toda la parentela) que esos botones no eran los que había que tocar, que ella nunca los toca, que hay que tocar “comienzo”, y me volvía a repetir todo de vuelta como si con semejante tono de voz yo no escuchara un pomo. Le expliqué que me había confundido pero que si los botones estaban ahí por algo sería, no es que uno los fuera a tocar y el horno se fuera a prender fuego, pero no había caso, estaba como fuera de sí y no me oía.
Como ya te conté, los gritos me anulan, yo me quedé ahí callada escuchando, con mi careta de asombro puesta y sintiéndome por dentro con ganas de huir o de mandarla al diablo. Aparte pensaba en los demás, casi sentía vergüenza ajena por ella, por el papelón que estábamos pasando. No tenía por qué hablarme de esa forma, de última si el horno se había averiado le compraba otro y listo.
Mi cuñado, su hijo mayor, se acercó y la calmó un poco. Entonces ella bajó un cambio y él volvió a poner la mamadera en el horno, tocó el botón que ella decía y gracias a Dios el aparato siguió como si nada (hasta el día de hoy).
Días más tarde me pidió perdón. Me dijo que la hija menor le había dicho que me había gritado demasiado, que si le hubiese gritado a ella tal vez lo hubiese tolerado por su relación, pero que conmigo se había desubicado, que si su suegra le hubiese gritado a ella de esa forma la hubiese mandado a los voliverales estepanosos sin pensarlo y qué se yo. Yo le dije que no importaba, que no era para tanto. Pero vos sabés que sí me importó, que sí me lastimó, que me hizo quedar como una tonta delante de los demás y que espero que no me grite más, porque si lo vuelve a hacer no voy a poder levantarle la voz por respeto a mi marido. Y así las gotas van a seguir llenando el vaso que nunca se llena.

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4 comentarios:

A las 4 de octubre de 2007, 10:27 , Blogger El Analista ha dicho...

El respeto por tu marido o por cualquier otro no esta por encima del respeto a vos misma, eso, él lo deb entender, si no es asi, lo debe aprender, no te confundas. Una cosa es no hacer algo que a alguien no le gusta por respeto otra es tolerar que se mancille el propio, me enojé.

 
A las 4 de octubre de 2007, 10:50 , Blogger | Perla | ha dicho...

Analista,
Pienso como vos pero en esos momentos calientes lo que menos tengo es control sobre mis palabras y si me hiciera respetar sería poco educadamente. Imaginame contestandole a mi suegra como si fuese una sacadita, con alguna guarangada de por medio!! Noooo, pobre, mi marido no se lo merece, no me puedo deschavar así JEJE. En el momento me parecio más ubicado hacerme la zonza, después en privado se lo comenté.
Y bue, la cosa es que mi suegra me ayuda muchísimo, en fin, la perdoné por esta vez (tengo otra atragantada, tema para otro post).

 
A las 5 de octubre de 2007, 5:22 , Blogger Irantzu ha dicho...

Oh, lo siento mucho! Qué carácter el de la señora... pero no deja de tener valor que te haya pedido disculpas, ¿sabes como cuesta pedir disculpas después de semejante papelón? Lo que te faltó decirle fue "no importa, ya pasó, pero por las dos espero que no se repita"... Y si se repita no te quedes nula y dile "suegra, otra vez a los gritos?"... sin pelear, sólo para que aterrice...
Un abrazo!

 
A las 5 de octubre de 2007, 7:31 , Blogger | Perla | ha dicho...

Irantzu,
Viendolo ahora me parece facil, pero cuando me sucede, en el mismo momento, si estoy desprevenida me cuesta reaccionar. Ojo, si es alguien de mi confianza no hay problema, ahi si le digo cualquier cosa en buenos terminos, por ejemplo "pará, no me grites asi, esperá un poco". En este caso era algo un tanto ofensivo, agravado por la presencia de toda la flia., y ahí es cuando me cuesta la reacción. Y aparte, que yo recuerde, ella nunca le ha gritado así tanto a alguien. Pareciera que siempre me gritan a mí, no me quiero victimizar, tal vez es casualidad, pero me enerva.

 

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