martes, 18 de septiembre de 2007

Mis andanzas

Ayer fui nuevamente a la C.A.B.A., como la rebautizaron desde el Gobierno de la Ciudad, pero esta vez a un curso de capacitación que duró medio día. Todo muy lindo, salvo una de las asistentes, quien se pasó el tiempo hablando, incluso interrumpiendo y corrigiendo a la profesora. Si otro asistente hacía una pregunta, esta señorita le contestaba directamente sin darse cuenta de lo desubicada que quedaba. En honor a la verdad, sabía de todo. Es más, no sé para qué corno fue, no creo que haya aprendido nada.
Estos Figurettis me colman la paciencia. Uno siente vergüenza ajena porque están todo el tiempo haciendo papelones. Qué necesidad tienen de demostrar su nivel de conocimientos desde ese lugar? Es una falta de respeto hacia el profesor y hacia los demás alumnos. Cómo le vas a decir “por favor, te podés callar para que hable la profesora”? Así estarías haciendo el papelón vos, en fin.
Después deambulé por lugares varios, estuve buscando una lámpara colgante para un dormitorio pero ninguna me convenció. Traté de recordar algún negocio de esos que quedara cerca del trayecto pero mi memoria los bloqueó. Así que me fui al Burger King de Santa Fe y Ecuador y me tragué un Whopper.
Cuando volvía a buscar a mi marido para regresar a casa me encontré con un lío de tránsito en Santa Fe lo cual me obligó a ir haciendo zig-zag por las calles más liberadas para no toparnos con la galleta de la hora pico. Más tarde, ya en la ruta, comenzó a llover, y yo agradecí estar llegando a casa.
Hoy por la mañana, vino la niñera y nos fuimos a trabajar como todos los días. Más tarde me entero de que llamaron a casa diciendo que me tenían secuestrada. No te asustes, se trató simplemente de un secuestro “virtual”, pero la pobre niñera no sabía si creer o no. Obviamente le pidieron dinero, le dijeron que subiera al dormitorio y buscara una caja en la cómoda. Ella pedía hablar conmigo pero le decían que yo estaba amordazada y encapuchada y que les estaba dando esas instrucciones. Desde ya que mi dormitorio está arriba y tiene cómoda, por eso ella dudaba, pero no existe tal caja con dinero.
Después me enteré de que hubo otros casos en el pueblo y pude distinguir cómo es la secuencia en el diálogo de estos avivados (los cuales probablemente son presos). Primero dicen que hablan de la comisaría, que hubo un accidente con X cantidad de personas heridas, que una de ellas vive ahí, una mujer de pelo largo castaño, varias generalidades para que el interlocutor pique el anzuelo. Preguntan si tiene auto, color, modelo, etc. En cuanto se confirma algún dato te dicen que tienen a tal persona secuestrada, que busques dinero y que vayas a un locutorio. Si esto falla te piden que compres tarjetas telefónicas y que les pases el número. Por lo tanto, si recibís un llamado de una comisaría, COLGA. Y punto. Es muy probable que no insistan.
Y si hubo un accidente, de todas formas te vas a enterar.
No me digan que mi vida no es interesante!!

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