viernes, 11 de abril de 2008

El meme del amorrrrr

Ahí va nuestra historia, contestando el meme que me pasó Morkelik.
No sé cuándo lo conocí porque en este pueblito todos nos conocemos desde siempre, lo más probable es que haya sido en el jardín de infantes o en el colegio. Me parecía un chico lindo y nada más, nunca tuvimos relación porque nuestros grupos de amigos no se juntaban.
En secundaria me gustaba un poquito más, pero mis historias iban por otros lados, ni él ni yo teníamos interés en conocernos ni nada. Nos veíamos de vez en cuando en el tren o el ómnibus cuando veníamos los fines de semana, no mucho más. Yo pensaba que él era muy callado y un poco aburrido, pero un día me sorprendió cuando fui a preguntarle qué onda en su trabajo para dejar mi CV. Estuvimos charlando un rato largo en el colectivo y nada más, yo tenía novio (era el quinto, el anteúltimo, a quien nunca mencioné en este blog). Es más, mi marido sabía que yo tenía novio y hasta había escuchado que me iba a casar, cosa que nunca planeamos. En fin.
Una de mis amigas –L- tenía un novio –P- del grupo de mi marido, varios chicos que por esos años estaban solteritos y sin apuro (igual que mi grupo de amigas). Empezamos a jorobar entre nosotras con eso, hicimos una especie de repartija virtual y yo me quedé con él (todo entre nosotras, obviamente). Supongo que L algo le comentó a P, porque cuando yo le dije en una fiesta de casamiento a él si no tenía algún amigo para presentarme me dijo “¡Sí, J!”. Yo le dije algo así como “Dale, buenísimo” y no supe más.
Unos meses más tarde, ya hacía casi un año que había terminado mi relación con el quinto, mi marido me sacó a bailar lentos en el boliche. Estaba claro para mí que P algo le había dicho porque sino ni loco me sacaba (más tarde mi marido me dijo que así había sido). Bailamos tres o cuatro canciones y cerró. Entonces yo le dije si no quería ir a tomar algo por ahí, total estaba en auto. Aceptó y nos fuimos a un bar que quedaba alejado del centro, para que nadie nos viera. Después lo llevé a su casa y nos quedamos charlando un rato estacionados en la puerta. Le dije que podíamos encontrarnos en Capital, ir al cine, a tomar algo, qué se yo.
Y después de algunas salidas me dio unos lindos besos y comenzó todo.

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2 comentarios:

A las 12 de abril de 2008, 8:23 , Blogger Daniela Lucena y Gisela Laboureau ha dicho...

que bueno, la repartija virtual con tus amigas y los lentos me encantaron! buenisima la historia, y que lindo que se conozcan "desde siempre"...

 
A las 14 de abril de 2008, 11:26 , Blogger Gerardo Omaña Márquez ha dicho...

Me hundo en el fondo bello de tu letras
y encuentro tu alma melancolica
recorro el abismo y te detecto feliz de haberte hayado.

Simpleza infinita que nos une
que nos llama y nos confunde.

Y es que todo nos mueve al mismo espíritu
donde el tiempo nos envuelve,
nos amarra y estremece.

Un beso para tu alma.

 

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