La serpiente
En unas dos o tres oportunidades ya habíamos encontrado víboras en el jardín de casa pero nunca las habíamos mirado o consultado si eran venenosas.Un fin de semana de mis vacaciones vinieron unos cuantos amigos a comer un asadete y de pronto aparece una. Uno de los chicos la corría pegándole con un zapato mientras mi marido iba a buscar una pala para matarla.
Yo desde adentro escuchaba todo y me asomé por la ventana para ver. Y la vi rajando por entre los golpes como podía, sabiendo que no iba a sobrevivir arrastrándose a esa velocidad.
Y me fui al baño para que no vieran las lágrimas asomar por mis ojos.
3 comentarios:
Sos una dulce, pero es asi, la vida es valiosa en si misma, sea cual sea la especie que la este portando.
ay me haces llorar tontona!!!
Para muestra basta un botón, de estas tengo miles. Lágrimas y lágrimas por esos pobres bichos que nada han hecho.
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